Nuevas andaduras, comienza una nueva vida con los temores y deseos que surgen ante lo desconocido. Se muestra una selección de las poesías más inocuas.
LUSTRE LUSTROSO,
CRISTALINO.
Agobio siento entre mis sesos,
por amor o por deseo,
de una belleza oculta,
de los más sabrosos besos.
Eso quisieran mis labios,
y mis brazos encogerte,
y que sonaran tus huesos,
como un salpicar de fuente.
IMÁGENES.
Detrás del exhibicionismo
dos cosas puede haber
ignorancia o intención,
eso, se puede saber.
¡Qué bonito;
intrépida barbarie;
qué ambiente, qué bondad!
Quién lo padeció
te alecciona
que no es verdad.
Y como cese
de este hermoso trovar,
es que te quiero
lo que me impulsa a resembrar,
tan necesario estímulo, amar.
Te quiero…
y tu… lo sabes.
PROFECÍAS.
Profecías minuciosas forma,
el poeta sin demora.
Hechos cruciales retorna,
sin atención a la norma.
Mencioné un ministerio,
y varios misterios;
mentes de vagancia,
mujeres de importancia;
profana metafísica,
con rasgos de psicofísica.
De su torre, de lejos,
complejos sin forma,
problemas complejos,
manías raras otorga.
Enemigos halagados
su cercano no percata,
amigos criticados,
al destino da la lata.
Amores prohibidos,
clarividencia lejana,
vanidades, orgullo, pesares,
falsedad e idolatría,
referencias de lugares,
gentes y atrocidades;
bonita galantería
de ingentes barbaries.
Cínico retorcimiento,
sencillez natural,
reflejo de momentos,
un instante a observar.
14 DE FEBRERO.
Un presente en el presente,
para vivirlo en un futuro,
saborea y bebe estas letras,
no abuses del bombón.
El amor es dulce, si se paladea,
si no… sabe dulzón.
VESTIMENTA.
Desnudarme poco a poco,
prenda a prenda,
sin tomar frío,
ni pasar vergüenza.
Mostrando mis órganos,
crudas certezas,
los versos profanos,
mi hueso y corteza.
¡HOLA PEQUEÑA!
Bañada en oro,
llena de simpatía,
rincones ocultos,
alberga tu filosofía;
tu retina me palma,
mi alma escalofría.
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