martes, 24 de noviembre de 2020

Esperanzas...

ESPERANZAS...

Cuando regresen las oscuras golondrinas, volverán los paseos a la ermita sin mascarilla. Tendremos un gran reencuentro con música. La alegría  en los rostros volverá a nuestras caras. No sólo veremos ojos tristes. Sentiremos la sonrisa  y el cálido susurro del aliento en el oído. Chocaremos las manos con los cinco dedos y abrazaremos a los niños. Su algarabía se oirá en los parques y el brindar de las copas llegará al cielo. 

Sebastián  Tolosa Cernicharo. Noviembre de 2020.

lunes, 14 de septiembre de 2020

AMIGOS PARA SIEMPRE.

 AMIGOS PARA SIEMPRE.

Amigos para siempre en el recuerdo. Cánticos de unión fraternal, de libertad, de juventud... rimas que hoy no encuentran los renglones donde estaban presas. La soledad de siempre, el egoísmo de antaño, continúan su escalada a pesar de los momentos de gloria y resplandor. En definitiva, no quedan ni las cenizas de aquello que el azar y el lugar en que nos tocó jugar la partida, pusieron en consonancia los elementos necesarios en tiempos de juventud.

Y hoy, cada cual, en su bujío con su camada y su cortejo, va capeando el temporal. Es lo de siempre y lo de ahora.

Amigos que eran inseparables, ahora no soportan verse de lejos, ni aguantan por un minuto el oír hablar de sus éxitos o fracasos. 

Otros, que siempre estuvieron en disputa, hoy comparten deudas y secretos íntimos. También los oportunistas  mantienen su inquietud y colman lo que alberga la línea de su entrecejo y llenan sus alforjas.  Y del mismo modo, los que ni pinchan ni cortan, como el viento que viene y va, según el capricho de Eolo.

Los abrazos, los golpes de pecho y espalda, aguardan su momento, para cuando el tiempo nos coloque  alrededor de la lumbre, y la rabia y la envidia hagan a los ojos reventar en lágrimas. 

Pero no habrá pan, ni con qué mojarlo, solo será otro momento pasajero que asciende como la espuma de una gaseosa, para diluirse en el aire de la estancia.

Después de aquella carrera vertiginosa en la que la alegría  y el miedo nos hizo volar a saltos en un huerto, huyendo del brazo de la cordura, compartimos los riesgos de la locura de la juventud, la alegría de vivir, las reuniones acompañadas de humildes manjares y bebidas espirituosas, y así, poco a poco llegaron los primeros amores, y los segundos... que tras el calor del verano y la frescura de la lluvia otoñal, fueron originando el poder de los matriarcados, y como en los cuentos de hadas, se iba desconfigurando el hechizo de la lozanía y de la energía, que desde ese momento  colocaba a cada cual a su deriva y en la amplitud del océano, con la rutina de la vida, el trabajo, el bienestar y la procreación. Hasta que en la mitad de lo que debería ser la vida humana, un rayo de luz nos volvió a atraer y vimos que nos habíamos multiplicado, que a pesar de haber vivido y cambiado, incluso había  conexión entre factores y productos, y que sobrevivía  una cierta armonía que parecía soplar de nuevo la vela mayor. Un espejismo en la árida estepa .

Sebastián Tolosa Cernicharo, septiembre de 2020.

jueves, 27 de agosto de 2020

FERIA COVID 2020.

FERIA COVID 2020
Papelillos de colores intentan remolinear entre los pasos tristes de una feria que espera tiempos mejores.  La pólvora y las imágenes cegadoras de la pirotecnia que siempre invocan la  lozanía de la juventud, la creación, la frondosidad,  la descendencia, la fertilidad… quedan reservadas en nuestro almacén de los buenos recuerdos y los anhelados deseos. El humo de los churros, el espeso chocolate de madrugada, el caldo reciclado  del pollo a l´ast, la fritanga,  las bebidas espirituosas, el renacer  de las pituitarias ante los aromas de otros mundos y las músicas  que hacen danzar a la tribu, tendrán que aguardar.  El roce, los abrazos, la empatía, los amores platónicos,  los tempranos, los tardíos o pasajeros y  los nunca consumados, quedan proyectados en el cine de las sábanas blancas. Las sonrisas,  se congelan tras la máscara,  pero los ojos hablan…  lo dicen todo, y en secreto,  permanecen los mensajes guardados, en el cajón del recibidor. La prudencia, la esperanza, la lucha activa y la paciencia serán nuestras aliadas en esta batalla. Un saludo.
Sebastián Tolosa Cernicharo. Agosto 2020.

martes, 25 de agosto de 2020

DESARRAIGO Y EGOISMO EN LA ESPAÑA VACIADA.



DESARRAIGO Y EGOISMO EN LA ESPAÑA VACIADA.

Nació en la llanura seca y pobre. Su familia sobrevivió a las crisis desde la agricultura de subsistencia, trabajando de sol a sol sin saber lo que eran unas vacaciones, ni  siquiera un fin de semana. Cuando salió de allí para estudiar, se hizo urbanita, intelectual y burgués. Vuelve a sus orígenes solo en fechas señaladas y a veces por obligación. Le gusta que le saluden por la calle. Agradece la cercanía y el calor de la gente rural.  Cotidianamente, en su burbuja, está  rodeado de bienestar, tecnología  y comodidades. Cuando regresa, le gusta ver que la vida en el campo  ha avanzado, pero a la vez quiere que todo permanezca intacto, como siempre, tal y como lo vivió en la infancia y juventud. Presume y fanfarronea en su pueblo, porque es de allí y le gusta decirlo. Anclado en el pasado, habla de los acontecimientos pretéritos  a base de apodos y anécdotas de antaño,  de antonomasias, de estereotipos familiares y de visiones ancestrales y particulares de clanes, que seguro, han evolucionado, pero  parece que todo  duerme paralizado  en el tiempo, dentro de la memoria de este huésped de conveniencia.  Pero no quiere permanecer más de lo justo y necesario, pues le agobia la apatía y la rutina impasible que se respira, ya que en invierno desde que oscurece, no se ve a nadie por las calles. En los comercios se siente vigilado y criticado por lo que compra o deja de comprar e  incluso por ser “de quien” es. En los bares están los cuatro asiduos de siempre, esperando nuevas noticias para expandirlas rápidamente,  desde saber de dónde viene  o adónde va, hasta banalidades como  el tiempo que hace o que va a hacer al día  siguiente según la puesta de sol o la forma de las nubes. Quiere estar cerca de los servicios sanitarios, culturales  y de ocio, pero a la vez espera que la gente no salga huyendo de aquí. Desea que su localidad natal tenga movimiento y vida, que se oiga el griterío de los niños en el parque y que se escuche a la gente hablar cuando están tomando el fresco. Pero él se va, que esto es un desierto. Tiene el trabajo en la ciudad. Y cuando se jubile seguirá igual, en la urbe que le protege, porque allí en la aldea, está seguro de que se aburrirá, aguantando  a los mismos depredadores que soportó en la vida, derrochando el tiempo sentado en un banco, con sus discursos rancios de política, contando una y otra vez sus trueques, artimañas y negocios,  soportando sus imaginarias hazañas y sus reales cabezonerías, o contemplando un vaso de vino en la barra de un bar y observar como se vacía y se vuelve a llenar, royendo cuatro cacahuetes, mientras alguien se le arrima y le da la murga o el camarero le va dando la razón a lo poco que dice o puede decir.
El que tiene un pueblo tiene un tesoro.
Sebastián Tolosa Cernicharo. Agosto de 2020.

miércoles, 15 de abril de 2020

Resistiré - Casas Ibáñez





"RESISTIRÉ - CASAS IBÁÑEZ"


VÍDEO DE  ESTHER  TALAVERA "RESISTIRÉ - CASAS IBÁÑEZ".




Fragmento que se envió  para la confección del vídeo "Resistiré - Casas Ibáñez". 

lunes, 6 de abril de 2020

ESPÍRITU DE COLABORACIÓN E INVENTIVA.



ESPÍRITU DE COLABORACIÓN E INVENTIVA.

Llegaron de lejos sin esperarlo, escondidos tras costumbres ancestrales y culturas milenarias, aquellos  ecos de transmisión de gérmenes de países lejanos,  castigados aún por las pandemias y  el subdesarrollo que conviven con la riqueza y el confort del mundo acaudalado. Y nos hizo poner sobre la mesa un espíritu emprendedor  y de inventiva que nos caracteriza,  para protegernos  de la ola de  microbios. Fue lo  que nos empujó a sacar a la luz  un tesoro férreamente guardado, o quizás olvidado, en los cajones  y baúles; aquellos ajuares de las abuelas, de solteras o de casadas por amores imposibles o sin remedio, o rotos por el desamor. Sábanas de lino y franelilla, telas de mortaja, sudarios, manteles de color blanco amarillento o paño moteado; tapetes, cortinas,  arpillera fina, percal,  loneta de algodón… todo ello impregnado íntegramente de una nube de alcanfor o de heno de los montes de Pravia,  o un halo de azafrán. Aromas para la eternidad.

Sebastián Tolosa Cernicharo.  Abril de 2020.

miércoles, 25 de marzo de 2020

CONTRIBUCIÓN AL ANIMO DE LOS COMPAÑEROS Y AMIGOS.


CONTRIBUCIÓN  AL ÁNIMO DE LOS COMPAÑEROS Y AMIGOS.



Este es un trabajo que han realizado docentes del IES Blas de Prado de Camarena,  Toledo
Me sumé porque vi que faltaba un poco de percusión aunque la pieza original carezca de ella. La cantante es la hija de una compañera de estudios, Carmen Fuentes.

El tema se llama "Tomorrow" del musical Annie.  Una historia conmovedora. ¡Quédate en casa!









lunes, 23 de marzo de 2020

EL GEN MUSICAL.



EL GEN MUSICAL.




La música está presente en nuestras vidas, y una prueba de ello es este momento crucial en que todos vamos navegando en un barco con el rumbo incierto y cantamos emocionados "Resistiré" y otros temas proclives a elevar el ánimo de la población y el nuestro propio. Los componentes del Dúo Dinámico ni siquiera podrían  imaginar que su canción  se convirtiese en un himno contra la tristeza  y  la impotencia, y a la vez en  una efectiva  medicina natural para el alma, y llegara a cotas tan altas de reproducción en las redes sociales.

Con esto quiero resaltar que este arte forma parte de una actividad humana que nos ha acompañado desde los tiempos  del hombre primitivo en  la caza, la pesca, el trabajo, las luchas, en el ocio, en la crianza, en los ritos y celebraciones, en el hogar… y sin embargo,  se encuentra dentro del currículo escolar con una carga lectiva que roza la subsistencia.

La música es un ente etéreo que se lleva el viento y se esparce en el volumen del espacio, pero queda en nuestra memoria y nos lleva a relacionar momentos de nuestra existencia con melodías y ritmos que suenan o que incluso nosotros creamos. Permite transportarnos en el tiempo y rememorar eventos, cuando simplemente, unos cuantos acordes chocan con nuestros tímpanos. Y además es un buen aliado  que vive dentro de los genes del homo sapiens y se ensalza en todas las esferas y situaciones de la vida.

Éste es un buen momento para la reflexión y para iluminar nuestro cerebro y ver lo importante que ha sido esta materia en la historia de la humanidad y sigue siendo, tanto en  el proceder cotidiano hacia el bienestar, como en la travesía de los momentos más duros.

Sebastián Tolosa Cernicharo. Marzo de 2020.

sábado, 21 de marzo de 2020

LLAMANDO A LAS PUERTAS DEL CAMBIO. AÑO CERO.

LLAMANDO A LAS PUERTAS DEL CAMBIO.

Los sueños siguen vivos,
ahora que estamos a solas,
pensando en un futuro inmediato,
algo que se ve aún lejano.

Ganas de volver a la rutina,
como en los días de abundancia,
ahora el motivo es otro,
anhelando un soplo de esperanza.

El arte sale a flote,
la bondad  surge y resalta,
el trabajo en bien del otro,
apaga egoismos y te ensalza.

Muchas cosas cambiarán,
volveremos al día a día,
con las luces apagadas,
y brotarán semillas que el fuego no abrasa.

Enseñanzas de la escuela de la vida,
que sin darnos cuenta nos regala,
el ser cautos, nobles y honrados,
desprendidos, sociables y solidarios.

Sebastián  Tolosa Cernicharo.

Marzo de 2020.


Año cero.

Fue precisamente en la Nochevieja de 2019 cuando, inmersos en los faustos de la cena y celebración de año nuevo, no sabíamos que teníamos a los pies una mecha de pólvora encendida. Alzábamos las copas de espumoso ignorando lo que nos esperaría dos meses más tarde y felicitábamos por doquier, deseando a los nuestros un feliz y próspero año nuevo. En ello estamos, menos mal que hicimos los brindis y conjuros, si no hubiese sido así, aún sería peor. Debemos seguir manteniendo esos anhelos para el 2020, y estoy seguro de que lo lograremos y se cumplirán.

Un saludo de Sebastián Tolosa Cernicharo,

lunes, 16 de marzo de 2020

"DICHOSA EPIDEMIA 2020"


DICHOSA EPIDEMIA de 2020.


Ha habido muchas ocasiones en las que nos hemos acordado de nuestros mayores cuando  nos decían; “ahora se vive muy bien, no sabéis lo que hemos pasado en nuestra niñez y juventud…” Pues son  aquellos que vivieron la guerra  o la posguerra española. Sobrevivieron a la carencia sanitaria, pasaron calamidades de falta de higiene,  exilios, emigraciones, colas y cartillas de racionamiento, estraperlo, etc…


En los estudios de  Geografía e Historia de nuestra adolescencia y juventud hemos podido leer el contenido de las guerras y grandes epidemias de peste o de cólera que siglos atrás han esclarecido la población de  toda Europa, teniendo que replantearse como consecuencia, cambios de estilos de vida y adaptarse a  nuevas situaciones.


En nuestros últimos siglos,  la triquinosis, el aceite de colza, la Marcha Verde, el intento de golpe de estado, la Guerra del Golfo, el terrorismo, las mareas migratorias, el sida, el ébola,  las vacas locas, los pepinos contaminados, las gripes, entre ellas la del pollo, la crisis de 2009 y algún otro hecho que se me habrá quedado en el tintero, todos ellos  nos ponían  sobre aviso de la posibilidad de poner en peligro la vida cotidiana y el bienestar de las personas o caer bajo los efectos de una posible  pandemia  global que nos podía cambiar la vida. Así ahora, con este virus coronado,  parece que estamos encaminados  temporalmente al aislamiento para ver si se recuperan los casos y volvemos poco a poco a la normalidad, pero cada uno tendrá que hacer su esfuerzo para lograr el éxito comunitario como ha ocurrido en otras etapas de la historia.


Hay posibles explicaciones de esta nueva epidemia, y puede ser que,  a raíz de que en ciertos países existen mercados de animales vivos y se consumen ciertas especies como el murciélago, que según las circunstancias o condiciones de cocinado y preparación culinaria y de higiene, pueden provocar enfermedades en el ser humano, que  pueden extenderse como la pólvora al mundo entero. O bien, por investigaciones, quizás en laboratorios clandestinos o no, indagando y ensayando pruebas  con virus y bacterias desconocidas y encima sin seguir los estrictos protocolos de aislamiento. Y escapan de las probetas, intencionadamente o por accidente, y se van de las manos, y que al extenderse pueden ser letales para la población. Al igual que en las innumerables películas en las que por entretenimiento, después de verlas, han hecho que estas calamidades y temores se nos pasasen por la cabeza creyendo que era un sueño o mera ficción y ahora nos despertamos cada día viendo que la cosa va en serio, y nosotros somos los protagonistas. En todo caso hay que confiar en  que todo vaya bien. Todo irá bien.


Marzo de 2020. Sebastián Tolosa Cernicharo.


PRIMO MIGUEL LINARES CASTELLOTE


EL PRIMO MIGUEL LINARES CASTELLOTE.

Miguel Linares Castellote, un hombre particular. Conocido en el pueblo por ser el que lanzaba los cohetes en las procesiones del Cristo de la Salud, tan venerado en Casas Ibáñez. Rodeado de monaguillos vestidos con la camisola de puntillas hechas con aguja de ganchillo, encabezaba la procesión del Cristo. Los críos alzábamos la vista siguiendo la trayectoria del cohete para después de la explosión, ver donde caía la varilla y correr a recogerla. El olor a pólvora nos acompañaba todo el trayecto. Yo sabía que era mi primo, pero no le decía nada, yo era uno más de la cuadrilla. Y no quería ser el niño de confianza que llevara el manojo de cohetes y preparárselos uno a uno para irlos colocando en la tablilla  metiéndonos por el cáncamo que hacía de guía. La pólvora me daba bastante respeto y él  iba, bien fumando o llevaba continuamente  una mecha encendida para pegarle al cohete con la colilla que llevaba en danza o la propia mecha.
Yo lo conocía sobretodo de verlo en las "matanzas" de mi tía Isabel,  prima hermana de Miguel, donde se reunía gran parte de mi familia materna para colaborar y pasar dos días de trabajo y de alegría. Pues se comía, se bebía, se conversaba y se comentaban las alcahueterías del pueblo, los embarazos de las adolescentes y los cuernos y líos de cama de algunos matrimonios. Los críos estábamos para hacer los recados pero también estábamos al calor de la lumbre oyendo todo lo que allí se decía, incluidos los chistes verdes que se repetía año tras año. Miguel era soltero, y en aquellos tiempos tuvo que salir a Suiza a trabajar como albañil  regresando a temporadas para arreglar las cuatro cepas que tenía. Iba siempre montado en su bicicleta de cuadro, bastante vieja y oxidada, por cierto. Era un gran conversador,  sabía mucho de política internacional, pues había vivido  a la vez en un país democrático como Suiza y en España en plena dictadura. En los bares, lugares  que frecuentaba con asiduidad,  siempre tenía gente con quien hablar. Tuvo varios oficios, agricultor, ayudante en las cocinas del restaurante Las Vegas, en la empresa de frío industrial  de Torrente  y si no me equivoco, también quizás fue correachero como su hermano Pepe, porque recuerdo ver en una habitación botes con remaches y herramientas como martillo, remachadora,  punzones y agujas para coser en cuero, hilo “tilaor”, así como trozos de diversas formas y tamaños y tiras de cuero. Tenía otros tres hermanos,  Jaime  que trabajaba en Maestranza aérea de Albacete, Fernando que era mecánico. Alguno  de ellos tenía un lunar en la barbilla (mi hermano tiene uno en el mismo lugar) y Juan que estuvo en la División Azul.
Era cliente fijo de la panadería de mis padres, (mi madre Purificación era su prima hermana), siempre se llevaba un pan de kilo que se colocaba debajo del brazo y escondido dentro de la ligerilla chaqueta gris que le acompañaba en el invierno. Vivía con su madre,  la María de Chuano,  viuda de marido  y huérfila por perder a su hijo Juan en la División Azul. Juan era un ingeniero inteligente, funcionario que trabajaba en el edificio de la Sindical de las “casas baratas”. Según parece, tras la contienda española de la Guerra Civil Española, el general  Franco, quiso colaborar con Hitler y envió soldados contra Rusia en el frente de Leningrado en la Segunda Guerra Mundial. Juan fue uno de los que medio en broma, medio en serio, fue convencido por los amigos y se vio apuntado en las listas. Algo que para mi tía María fue un suplicio de lloros y de tormento. El día que partió no podía despegarse del camión que llevaba a su hijo al frente. Al poco tiempo vino un mando militar llamando a su puerta comunicándole que su hijo había muerto en acto de servicio  intentando salvar a otro compañero.  La actual Plaza de España era la plaza dedicada a Juan Linares Castellote, que así se llamaba en el callejero local. Aparecía en la lista de caídos por Dios y por España en la losa de mármol que figuraba en la pared de la iglesia parroquial. Su tumba es la del Soldado Juan Linares Castellote de la 2ª Compañía del Grupo de Exploración. Fallecido el 14 de julio de 1.942. Enterrado en Konigsberg, fosa 311. Su madre recibió la medalla de la División Azul y se la colocó en el manto a la Virgen de la Cabeza.
Al morir su madre, mi primo Miguel quedó solo y con una vida solitaria trabajando en lo que podía y en el campo. El abandono era tal, que su jefe y amigo Torrente quiso hacerle un cuarto de aseo en su casa a lo que se negaba, y hasta  los servicios sociales intentaron meterlo en la residencia de ancianos. Había sido siempre un ser muy libre y no aguantó allí mucho tiempo  y volvió  a su guarida. Un día,  lo echaron de menos en sus compras habituales de los comercios, y al buscarlo lo encontraron muerto en casa junto a su cocinilla de lumbre cuando estaría asando en las ascuas, sobre una parrilla, unas sardinas para cenar. La casa donde vivía era moderna para la época. Una casa estrecha con una gran entradita que sería la salita de estar y luego un pasillo que daba al corral y a una estancia mayor con la cocina de chimenea. En el medio había una escalera con baranda de madera que subía a la primera planta donde estaban los dormitorios, contaba con tres  o cuatro habitaciones con camas de madera y somieres de alambre tensado. Cuando falleció tenía la entrada de la casa llena de cepas secas para usarlas como leña y ante la duda de velarlo  allí en esa estancia, porque la casa ya estaba deteriorada y con falta de orden, mi tío Blas decidió llevarse el ataúd a su casa y hacer el velatorio de su primo hermano de una manera más digna.
El día de su sepelio, comentaba el párroco de la localidad que era un entierro no correspondido, pues estuvimos muy pocos, no llegaba a cincuenta personas. Miguel era religioso practicante y siempre ocupaba el mismo lugar en la iglesia para oír misa, El cura encendió una vela en el lugar que normalmente permanecía de pie, a modo de recuerdo y de agradecimiento a sus servicios como buen cristiano.
Sebastián Tolosa Cernicharo  marzo de 2020.

jueves, 12 de marzo de 2020

EL ALCANTARILLADO EN CASAS IBÁÑEZ.


EL ALCANTARILLADO EN CASAS IBÁÑEZ.


Seguro estoy de que hay documentos oficiales que demuestran a pies juntillas lo que intento explicar en esta entrada. Una pequeña historia del alcantarillado en Casas Ibáñez. Existían los basureros en las casas, donde se tiraban los residuos de la comida  que a su vez servían de alimento a los animales de  la casa, las gallinas y los conejos generalmente. pero el aumento  de población exigió mayor higiene y hubo que hacer obras  de saneamiento para evitar epidemias y enfermedades. 


Es un pensamiento  que me surgió debido a mi costumbre de leer lo que  pone en las tapas de alcantarilla. Sería más fácil documentar esta idea yendo al Ayuntamiento donde seguro que hay datos más que suficientes para ello, pero es más divertido el aprendizaje por descubrimiento  y es susceptible de contraste con lo que ya está escrito.
Parece ser que nuestra localidad no tuvo alcantarillado propiamente dicho hasta los años 60, en las calles  sin asfaltar, había unas conducciones  a la vista a modo de regueros  que iban a parar a la vía central de La Cañada que era la que recogía las aguas de lluvia y fecales,  ya en las afueras de Casas Ibáñez  por una alcantarilla paralela a la  carretera Nacional 322 hacia una estación primitiva depuradora  o más bien de filtrado  que devolvía las aguas “limpias” a la Cañada de Vallunquer,  ya en el límite con Alborea, para seguir su curso pasando por la Cañada de esta localidad  y después por  La Pasadilla de Casas de Ves, hasta llegar al río Cabriel.
Basándome en la actual localización de las tapas de alcantarilla he podido deducir, y seguramente con algún margen de error y de detalles, las diferentes obras realizadas sobre el temas de saneamiento en  el municipio.

Las primeras actuaciones de alcantarillado, o de por lo menos alguna conducción que traspasase las carreteras que surcan la localidad de Casas Ibáñez, estarían  en  torno a ellas, y solían realizarse con tapaderas de hormigón que se elaboraban a pie de obra como la que aparece más abajo.









Aunque una primera aproximación a gran escala en cuanto a saneamiento estuvo allá por el año 1961 que es el  que aparece  grabado  como “DISTRIBUCIÓN AGUAS CASAS IBÁÑEZ 1961”en las tapas metálicas de hierro fundido. Estas primeras, las podemos encontrar en algunas de las calles más céntricas e importantes del pueblo como la calle de la Tercia, la calle Pascual Faura, calle Charco, calle San Jorge, etc… y las Casas Baratas, respetando en ocasiones  la distribución en forma radial partiendo del punto central de La Plaza de La Constitución.


Tapa de alcantarilla hecha a pie de obra  a base de hormigón.

Tienen forma circular, con un dibujo geométrico  a modo de círculos concéntricos como las dianas, y unas diagonales asemejándose a un punto de mira, y con la inscripción correspondiente a la localidad y fecha de actuación. Aunque también existen las que no tienen ninguna inscripción referente al ayuntamiento o al año, debido seguramente al coste de impresión de esos datos por ser parte de un pedido reducido o por tratarse de obras de poca envergadura  de manera que  encargaban a  la fábrica las tapas que se necesitaban y punto.






También hay que  apuntar, que se debe tener en cuenta que su localización  ha variado debido a las obras posteriores que ha  habido que acometer por asfaltado  u otras casusas, y las tapas pueden haberse cambiado de lugar durante las mismas. De hecho puede aparecer alguna de ellas en barrios nuevos, por haber hecho falta tapar  la alcantarilla y estar disponibles en ese momento en los almacenes municipales.

Una segunda actuación importante en alcantarillado y saneamiento en Casas Ibáñez que muestran el texto “SANEAMIENTO CASAS IBÁÑEZ 1965” que  tuvo lugar en el año 1965. Aquí se amplió a casi todo el conjunto de calles de Casas Ibáñez, que quedaba rodeando la plaza de La Constitución, La Cañada, barrio de la Santa y barrios de la Calle Charco y Frontón.  Debido al gran número de  tapaderas de alcantarilla con la  fecha 1965 que hay  diseminadas en toda la localidad, la quinta de niños y niñas que nació en este año,  que hoy ya pasan de la edad de 50 años,  ha sido denominada de forma graciosa “La quinta de La Alcantarilla” con motivo de su celebración cincuentañera en la feria de 2015.



En el año 1970 también hubo otra actuación en este ámbito que abordó según los indicios y la localización, la periferia de la localidad, como la calle del Camino de la Vía (Baeza- Utiel), y la Calle San Juan o Calle Motor. Hay una errata en la inscripción de estas tapaderas, “ALCATARILLADO DE CASAS IBÁÑEZ  AÑO 1970”, faltando una N.




En el año  1982 hubo otra obra de alcantarillado que abarcaba especialmente la zona aledaña a la Plaza de Toros




Ha habido otras actuaciones sin fecha, tanto de aguas potables, bocas de riego y registros, como de aguas fecales, realizadas por empresas que han puesto sus propias tapaderas, pero sin nada escrito referente al ayuntamiento, ni fechas, solamente con los logotipos de las empresas que las fabrican,  como la Fundició Ductil Benito, F. Fernández M. de Río Seco, Fábregas (Igualada), López Iniesta (Murcia), Inmasa (Albacete), Valsu, Gascó (Valencia) e incluso tapaderas de otros pueblos cercanos y no tan cercanos como Macastre (Valencia), La Portera de Requena (Valencia), Alboraya (Valencia), Higueruela o  de la vecina Villamalea e incluso Albacete capital.









A partir de este punto hay tal variedad de tapaderas de alcantarilla que rara es la vez que salgo a pasear y encuentro algún diseño nuevo. Además  incluyo  tapas de boca de riego, tapas de llaves de paso, todo relacionado con el agua y el alcantarillado.



























































































Hay  otras tapaderas en forma cuadrada  e incluso redonda, pero estas serán objeto de otro estudio. Se trata de otras obras o instalaciones relacionadas con la telefonía o la electricidad de nuestra localidad.                       
Sebastián Tolosa Cernicharo, marzo de 2020.