sábado, 30 de junio de 2018

UNA BANDA DE MÚSICOS


UNA BANDA  DE MÚSICA

El hecho de ver cómo en el corto espacio del rato de una sola tarde, se diluye el conglomerado armónico de figuras musicales que ha dado a luz el esfuerzo de un grupo de seres a los que les agrada la música, es de una gran alegría y satisfacción, siendo a la vez una especie de tristeza o desconsuelo, por la fugacidad con la que transcurren las dos horas escasas de melodías  fruto del día tras día y de semanas de práctica, de dificultades, de horas de estudio, de puntualizaciones, de miradas cómplices, de reproches, de palmaditas de agrado, entre otras cosas… unas de ellas más agradables que otras. Pero hay que ver las cosas desde el lado bueno. Igualmente las madres preparan una comida durante horas con esmero, para ser masticadas y deglutidas, y desaparecer en veinte minutos, quedando solo el regocijo por lo bien hecho, el agradecimiento y el recuerdo de un aroma o un sabor.
El apoyo de las familias, ora instruidas en el tema, ora repletas de cariño hacia cada intérprete o simplemente por el mero apoyo presencial, y la necesidad del empleo del paso del tiempo de ocio para ser invertido en algo que instruya y forme como persona, ambas animan a seguir con la tarea de crear momentos de gozo y recompensa, que se evaporan para siempre en unos segundos, quedando en la retina de los espectadores, etéreos resquicios de aquel concierto, y  permaneciendo en el eco de los cerebros,  estribillos de lo que mejor sonó, que hoy en día, por suerte, con los medios tecnológicos, podemos conservar y rescatar cuando se desee.
Como satisfacción personal, indiscutiblemente es rentable, siempre que te aporte más beneficios que pérdidas, desde el punto de vista de lo inmaterial, no solo por los necesarios reconocimientos o los pertinentes aplausos del momento, por supuesto. Y dándole la razón a los sabios del lugar, comparto en que a los jóvenes y  a los no tan jóvenes, emplear el tiempo en la música, les ocupa un espacio en su vida que evita que se dediquen a otras cosas peores. La música es convivencia, sacrificio, deleite, disciplina, emoción, descarga de adrenalina, diversión, compromiso…

Sebastián Tolosa Cernicharo

No hay comentarios:

Publicar un comentario