Las hordas avanzan con ímpetu hacia el escenario de batalla para corear a voz en grito las consignas de la juventud; el amor y el desamor, la protesta, la lujuria, lo cotidiano...
Saltan en las bacanales poseídos por su alegría y su juventud. Pero al fin y al cabo todo se acaba y la rutina se impone.
Volver a empezar. STC.
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