LOS AMIGOS DE LA INFANCIA
En realidad no somos de ninguna estirpe especial, simplemente
nacimos, generalmente en la cama donde nuestros padres nos hicieron, salvo
excepciones… por los que venían de
nalgas o con alguna vuelta en el cordón umbilical, que nacían en lugares más
seguros como sanatorios y hospitales. Además
la inmensa mayoría tenemos la agricultura como forma de subsistencia familiar
en la generación inmediatamente anterior.
Tampoco tenemos la sangre azul ni
pretendemos ser unos más que otros, y
pobre del que lo intente porque se lo vamos a recordar. Nuestra infancia se
desarrolló en la calle, la mayoría de las horas, al fresco, con escarcha, con
niebla o bajo un sol de justicia en las horas de siesta en las que estaba
prohibido salir a “apedrear perros” entre comillas. Pasaron unos años y las
hormonas estaban en plena ebullición y era inevitable que el sexo femenino no
entrara a formar parte de nuestras rurales vidas. Y del armario oficialmente no
ha salido nadie… Míticos eran aquellos guateques bailando a oscuras las
canciones de Hotel California o de los
Bee Gees con oriundas y foráneas que
tenían lazos familiares de unión con la localidad. Aquellas muchachas que conservábamos intactas, salvo
rara excepción, comiendo pipas en el Teleclub, hibernando en un corrillo, para
que después llegaran los forasteros y las bailaran durante el verano. Y vuelta
a empezar con el inicio de cada curso, de nuevo al redil para pasar el
invierno. Alguna de aquellas cuajó entre nosotros, pero la mayoría tuvo que salir a extramuros a
buscar su compañera. A conquistar la Manchuela y fruto de aquello surgió la carroza
“Fusión Manchuela” que si no ha sido objeto de premio poco le va a faltar. Y
esto ocurrió después, con la llegada de los carnets de conducir, se ampliaron
los horizontes y comenzamos a “salir de
fiestas”. Igualmente tuvimos la suerte de tener en nuestro pueblo las discotecas Palomas, Yes y Melody, a las que acudían otras almas en busca
de cobijo, y se fueron sumando poco a
poco las amigas en noviazgos más o
menos largos y en otros cuantos que no cuajaron, y fruto de esa unión salieron nuestros hijos e hijas. También hemos sido muchachos deportistas de élite, de
levantamiento de vidrio en barra fija, con “buen saque” y no era en el fútbol o en la pelota a mano,
salvo excepciones de grandes futbolistas comarcales y pelotaris de renombre. Hombres
con “buena sed”, tranquilos, y
además ninguno que yo sepa, gente de camorra, aunque en algún lío se ha metido
alguno por encontrarse en la cercanía del acontecimiento. Poco bailarines, pero
buenos cantantes y palmeros, amenizadores de la fiesta. Son míticas aquellas
salidas como la del Tranco del Lobo en
Semana Santa, como la primera despedida de
soltero en Alicante, las verbenas de las fiestas de los barrios o el
tour a la ermita subidos en el remolque
del Lanz. Y si empezamos a contar
historias de la mili falta papel.
El servicio Militar y las salidas por estudios disgregaron un poco a la gente, pero en los periodos festivos, permisos y
vacaciones volvíamos a juntarnos. Sedes de encuentro fueron principalmente el
Cocodrilo, el Remolino, la tasca de Enriquín y el Pub “Number One” a los que se
acudía antes de comer, después de comer, antes de cenar y después de cenar, a
pesar de no llevar más de lo justo en el bolsillo.
Comenzaron a celebrarse bodas y bodas y raro era el verano
que no teníamos dos o tres. Luego vino un poco de enfriamiento. Cada uno se
refugió en su matrimonio y hubo algunos grupos
pequeños que compartían fiestas
de guardar. Por ello hubo que comenzar a hacer una cena de hombres en Navidad
que comenzó con aquella tan multitudinaria en la que vino el hijo del delegado de los trigos.
Tras unos años, a esta cena se le sumó otra en verano en la que ya incluimos a las damas y a
los hijos e hijas que fueron saliendo de la unión conyugal. Comenzamos a
celebrarla en la ermita de la virgen y después era tradicional la paella en el
Hotel Aro´s. Y así sucesivamente hemos ido llenando nuestra agenda cultural y
gastronómica con diversas reuniones y
viajes como los de Benidorm, los de San Valentín en febrero, o el último realizado a Salou.
La tradición de la celebración de los cincuenta años en la
cabalgata también ha contribuido a potenciar nuestra amistad incluyendo las cenas de Carnaval, Navidad y de Reyes entre
otras.
Gracias a Fernando que tuvo la idea de crear la página de
Facebook Chafacoles Chafa, hemos ido dando fe de lo bien que nos lo montamos
mediante cientos y cientos de imágenes, y algunos comentarios. De la misma forma
el Whatsapp que administra Ferrer, a la vez que ayuda a nuestra comunicación, a
veces fomenta el desgaste y te lleva a momentos de “soledad virtual” con
sensación de derroche de tiempo, que se producen en general, por motivos de
vista corta o miope, por falta de batería, por olvidarlo en casa, porque sencillamente
lo tenía apagado, por pasar olímpicamente, o porque cada uno está en los
quehaceres que le importan. Y hay que recurrir a las viejas usanzas de tomar
una cerveza y decir lo que hay que decir entre trago, bocado y trago, que es la
forma natural del ser humano, ya que el acuse de recibo actual de las redes
sociales te exime de corresponder responsablemente, algo que tendría que
cambiar en esta tendencia tan impersonal.
No podemos olvidarnos de algunos que nos han abandonado por
haber sido llamados al cielo, como Juan Miguel de las Eras, Santi o Miguel
Ángel el del hotel, y los hemos recordado cada uno en su interior, cuando nos lo
ha rememorado la ocasión en acontecimientos en que fueron protagonistas. Igualmente
algunos hijos de compañeros nos han dejado un vacío insustituible al dejar la
vida terrenal. De la misma forma,
recordamos a los que por diversas circunstancias no han podido acudir. También
a los que por pereza, y a los que, por no quererse enterar o porque realmente
no se han enterado, les mandamos un saludo desde aquí. De todas formas habrá
que decirles lo bueno que ha sido esto, porque desde aquí y desde este momento,
os emplazo a todos para el año 2027 en el que cumpliremos 50 años de amistad, y
eso habrá que celebrarlo, si tenemos salud.
Y sin más, me voy a despedir diciendo que tener amigos como
vosotros te hace crecer y sobrevivir, porque día a día hay que sacar fuerza
interior de uno mismo para dinamizar la masa, salvando los contratiempos. Cada
uno tiene su vida y sus circunstancias y administra su tiempo libre a su manera
y solo nos quedan, como amigos que somos
desde hace tiempo, los momentos en que
nos juntamos y pasamos el rato de la mejor manera posible.
Un abrazo a todos y a todas y hasta la próxima vez que nos
juntemos, que será en breve, para las panochas del Cristo o la feria de Albacete y por supuesto no olvidéis que hay que pensar ya en el Cincuentenario de
nuestra amistad en el 2027. Buenas tardes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario